Con frecuencia pensamos que por el hecho de manejar ciertas informaciones sobre alguien, Dios; esta idea puede aplicar en algunas áreas del saber; por ejemplos podemos dar definiciones, aportar ideas, sacar conclusiones relacionadas al tema en cuestión, diferir, etc. Sin embargo, en lo relativo a una persona, es totalmente diferente, tener, manejar información; que conocerlo.
El término Conocer en hebreo (yadah); significa una relación intima con la persona conocida y actuar en consecuencia atendiendo a esa persona
En griego es “ginosko” indica una relación entre la persona que conoce y el objeto(persona) conocido; lo que es conocido es de valor e importancia para aquel que conoce. Partiendo de las raíces del termino “conocer” relacionado con Dios, ha de entenderse el conocimiento de Dios, como una relación correcta con Dios, intima que resulta en acción de obediencia a Él. Por tanto, no podemos confundir el “conocer a Dios”, como el hecho intelectual de saber algo o de saber cierta información, o de saber quién es cierta persona, según la acepción del idioma o la cultura.
Dios quiere ser conocido
Esta idea la encontramos en toda la Biblia, desde el mismo momento de la creación, Dios se reveló al hombre (Adán y Eva), y al hacerlo usó la naturaleza, e inicio un vínculo de amistad con ellos, cuya relación era alimentada con la declaración de sus deseos. (Genesis 1-3)
- Creó al ser humano conforme a su imagen y semejanza.
- Él ha revelado su voluntad y deseo a su pueblo. (Jeremías 29:11)
- Escogió a hombres, profetas, jueces y mensajeros; que hablen y escriban en nombre de él. (Hebreos 1:1-3)
- Tomo forma de hombre y anduvo entre ellos, de su hijo, Jesús. (Mateo 1:21, Jn 1:13-14; Fil 2:5-10
- Jesús explica el propósito supremo, de conocerlo a Él. (Jn 17:1-2)
Conocer a Dios es una decisión personal (Oseas 4:1 y 6)
- Debemos ser intencionales; pasar tiempo con aquel que deseo conocer.
- Debo intimidar, crear lazos profundos con él, la forma y el método que Dios ha establecido, es su palabra.
- Debe ser una relación basada en el amor, el respeto, el temor reverente y la confianza por quien es él. “usted no confiara en alguien que no conoce”.
Conocer a Dios: Implica sacrificio, estar dispuestos a pagar el precio. ¿Qué hacemos para obtener un título en la universidad? Si quiero profundizar en mi relación con Dios debo aplicar el mismo método (tiempo, establecer prioridades, invertir recursos, abstenerse de cosas). El apóstol Pablo comparte lo que hizo, (Filipenses 3:7-10), el apóstol estuvo dispuesto a pagar el precio, porque comprendió que dicho conocimiento superaba en valor de lo terrenal.