Los cambios que producen la palabra de Dios en nuestras vidas le dirán al mundo si Dios es real o es solo una historia.
Continuamos con la segunda parte de El Poder del Testimonio si aún no lo has leido te invitamos a que lo hagas.
Estamos viviendo unos tiempos de tanta difamación que ya las personas no quieren oír nuestras palabras, ellos quieren ver cambios radicales y verdaderos. Si decimos que conocemos a Dios y vivimos deprimidos, entonces no seremos la respuesta a aquellos que están hundidos en la tristeza. El testimonio es lo único que nos diferenciará de aquellos que no conocen a Dios ni su verdad, ya que aquellos que no conocen a Cristo se ven obligados a vivir una vida de apariencia, ellos hablan de orden cuando ellos mismos no están dispuestos a cumplir con la ley, hablan de amor cuando ellos mismos no conocen el amor, hablan de paz cuando ellos mismos son parte de su mismo caos, entre otras cosas. Por tal razón, si no hay cambios en nuestras vidas nunca haremos la diferencia ni reflejaremos el amor de Dios. Con nuestro testimonio debemos de llevar a las personas a creer en Cristo y no en nosotros mismos, enseñarlos a depender de Dios y no del hombre. Una persona que no presenta cambios continuos en su vida, se le hace muy difícil hablar de ejemplo y liderazgo. Una persona sin testimonio es una persona que no tiene autoridad para hablar de un Cristo que cambia y que transforma.
No hay mensaje más poderoso que nuestro propio testimonio.
Hay personas que vendrán a los caminos del señor no por lo mucho que le has hablado de la biblia, sino por una experiencia personal que cambio tu vida por completo, ellos creerán por lo que tú viviste. No hay mejor mensaje de la palabra que un cambio sobrenatural de lo que Dios hizo en nuestra vida, porque el testimonio hace más real la existencia de Dios y da más credibilidad a su palabra. No hay mejor mensaje de la palabra que un enfermo que fue sano en el nombre de Jesús, de un drogadicto que dejo las drogas, de un endemoniado que fue libre, de una prostituta que Dios transformo su vida, de una familia que fue restaurada, de un matrimonio que fue restaurado, de una persona que dejo la delincuencia, la mentira, la rebelión, entre otras cosas más. Por la falta de testimonios y cambios verdaderos es que las personas creen que el evangelio y la resurrección de Cristo son solo un mito. Los mismos cambios radicales que Dios hizo en la vida de los apóstoles hablaban de que Jesús realmente estaba vivo, entonces como queremos mostrar a un Cristo vivo si aún no hemos dejado nuestros malos hábitos ni nuestra vieja manera de vivir.
El testimonio nace de una experiencia con Dios, y las experiencias con Dios nacen del lugar de relación. A un religioso le preguntamos sobre los cambios que Dios ha hecho en sus vidas, y lo único que te pueden decir es que cambiaron su manera de vestir, ahora tienen una biblia que antes no tenían, y que ahora van a la iglesia que antes no iban, porque eso es lo que hace la religión, cambios aparentes. Pero cuando le preguntas a alguien que tiene relación con Dios, te dice que antes tenía mucha ira y a que ahora es manso, que antes estaba lleno de orgullo y que ahora es humilde, que antes era mujeriego y que ahora está enfocado orando por la mujer escogida por Dios, que antes no respetaba a sus padres y que ahora es obediente y sumiso, que antes era un mentiroso y que ahora no habla mentiras, que antes odiaba y criticaba a las personas, pero que ahora las ama y las aconseja con amor, que antes era alcohólico y que ahora odia el alcohol, que antes era drogadicto y que ahora no siente deseos de darse otra dosis, entre otras cosas más. Este es el testimonio de una persona que tiene encuentros continuos con Dios.
Tu testimonio es la puerta de entrada a nuestros niveles de fe para aquellos que te escuchan.
Los medios de comunicación todos los días se esfuerzan por anunciar la catástrofe global en la que se encuentra este mundo, pero nosotros no queremos hacer ningún esfuerzo por mostrar la puerta de la esperanza a aquellos que están desesperanzados. El testimonio les da esperanza a las personas. El testimonio glorifica a Dios y no al hombre. Este mundo quiere ver a personas que pasaron por lo mismo que ellos están pasando, y conocer la solución a través de un testimonio vivo. El crecimiento de la fe de muchas personas dependerá de la confesión de tu testimonio, por eso no debes callar a los cambios que Dios ha hecho en tu vida. Muchas personas quieren ver a Cristo a través de nuestras vidas, pero debemos de ser personas de experiencias continuas con Dios. La religión nunca te dará una experiencia con Dios, porque la religión te acomoda para obedecer a Dios a nuestra manera, no a la manera de él. Una relación con Dios si producirá experiencias continuas, y esas experiencias se evidencian con los cambios que Dios hace en nuestro corazón. La gente misma reconocía que Jesús estaba vivo por los cambios que evidenciaban los apóstoles en la iglesia primitiva.
Concluyo diciendo: no cierres tu boca a las maravillas que Dios ha hecho en tu vida. Tu testimonio es una comparación de quien eras antes de conocer a Jesús y quien eres ahora que estas en sus caminos. Son muchas las cosas que puedo hablarles de quien era antes y quien soy ahora que conozco el amor de Dios. Muchos son ahora lo que tú eras antes y están desesperados por ver el medio que tu usaste para dejar esa vida que solo le causa dolor y sufrimiento. Ellos quieren saber que pasabas todos los fines de semana en un colmadón tomando alcohol y gastando todo el dinero del esfuerzo del mes o el dinero de tus padres, y con todo tu deseo de seguir bebiendo por la esclavitud en la que te encontrabas, aun así decidiste tomar una decisión y seguir a Jesús, y lo que antes para ti en tus propias fuerzas era imposible cambiar, hoy con el poder de Dios es una realidad en tu vida. Ellos quieren escuchar cuantas veces engañabas a tu pareja cuando no estaba a tu lado, y que ahora ella es tu única prioridad y elección. Ellos quieren escuchar cuantas veces le mentías a tus padres para salir con esos amigos que te llevaban a hacer lo mal hecho, cuantas horas pasabas viendo pornografía, cuantas parejas destruiste o a cuantas personas le rompiste el corazón. Ellos quieren saber las veces que aparentaste ser feliz cuando la verdad estabas destruido por dentro. Ellos quieren saber la máscara que usabas frente a los demás y cuando llegabas a tu casa tenías que enfrentar tu propia realidad, entre muchas cosas más. Déjale saber al mundo con tu testimonio que ya no eres lo que eras antes, que ahora, el tiempo que pasabas en las discotecas bebiendo y acostándote con personas que no eran tú esposo(a), ahora lo pasas en una iglesia buscando el rostro de Dios para ser la respuesta a aquellos que hoy en día son esclavos del pecado. Que la boca que usabas para mentir y criticar ahora la usas para predicar la palabra de Dios. Que los amigos que te llevaban a andar en malos caminos, ahora los invitas con tu testimonio a salir del lugar de donde Dios te sacó, cuando antes tú eras su pregunta, hoy en día tú eres su respuesta.
El testimonio es un cambio radical producido por Dios de adentro hacia afuera que se reflejará con un buen carácter, buenos frutos y buenas acciones.
Oración: Amado Dios, te exalto y glorifico tu nombre en todas las naciones de la tierra, gracias por ser tan bueno y revelar tu verdad a mi corazón, sé que no soy perfecto y necesito cambiar mi corazón para no ser piedra de tropiezo a aquellos que quieren buscar tu rostro. Ayúdame a ser una persona de oración continua, que busque tu rostro en todo tiempo, ayúdame a ser humilde para ver mis faltas y poder cambiarlas. Ayúdame a cambiar y ser una persona de testimonio, que refleje a Jesús a través de mis acciones así como los apóstoles de la Iglesia primitiva, te lo pido en el nombre de Jesús, amen.