Eclesiastés 3:1… Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Unas de las cosas que no podremos recuperar es el tiempo que no aprovechamos cuando se nos presentó la oportunidad.
Desde hace un tiempo atrás me he fijado que ha habido un desorden en lo que son las distintas etapas por la que pasa el ser humano. Llámese la niñez, la adolescencia, la etapa adulta y la etapa matrimonial. Los jóvenes y adolescentes de hoy quieren vivir como adultos, los adultos quieren vivir como adolescentes y los casados quieren vivir como solteros. Cuando analizo la vida del adulto me doy cuenta que cuando alcanzan cierto tipo de edad quieren volver a ser joven otra vez, esto explica por qué muchos adultos quieren iniciar una relación de pareja con una persona que está en la etapa de la adolescencia, muchos lo hacen aun estando casados (as). Y no solo eso sino que están deseosos de evadir ciertos tipos de responsabilidades que le corresponden a su etapa de su vida porque aún creen que tienen la misma libertad que tenían cuando eran jóvenes. Y Cuando analizo a profundidad me doy cuenta que muchas personas están volando etapas de su vida que pronto van a volver a anhelar porque se adelantaron a hacer cosas que no les correspondía hacer. Este desorden de etapas viene como consecuencia del vacío del corazón, vacío es el intento del hombre de llenar su corazón con cosas temporales y pasajeras, en este caso el corazón. Esto explica porque los jóvenes de hoy no se someten a sus padres, incluso le hablan de tal forma que creen que están en la misma posición que ellos, por el desorden de etapas que están viviendo y los principios que nunca le enseñaron o se negaron a obedecer.
En cada etapa de nuestra vida nos espera un nuevo nivel de responsabilidad.
La etapa de ser joven es una etapa muy delicada, porque el joven anda buscando identidad y aceptación, y sobre todo el amor de una persona porque la mayoría de ellos no lo recibieron en sus hogares. En el orden de Dios la etapa de la juventud es para enderezar nuestro camino a los caminos de Dios Salmos 119:9, porque como dice un dicho: árbol que crece torcido difícilmente se endereza. El joven está desesperado en tener pareja, lujos, placeres, fama, estar a la moda, y demás cosas, sin embargo no quieren pagar ningún precio, no quieren prepararse, ni estudiar, muchos no quieren trabajar e incluso quieren pasar su vida dependiendo de sus padres. Mi pastor de jóvenes dijo: ¡estamos en la época del microondas, queremos todo rápido y caliente y no queremos esperar ni pagar ningún precio! El joven está ansioso por tener una pareja, pero cuando la tiene quiere tener otra y cuando tiene la otra a los pocos días quiere cambiarla porque se sienten vacíos, sienten que las parejas no llenan las expectativas de su corazón (vacío), y cuando esto sucede acuden a otra actividad que lo hagan sentir llenos, ya sea el alcohol, las drogas, sexo ilícito, emociones fuertes, entre otras cosas que lo que traerán es más vacío a su corazón.
Muchos adultos hoy tienen su vida destruida porque en su juventud nunca se preocuparon por conocer a Dios.
Un adulto decide iniciar una relación de matrimonio pero cuando pasan unos meses ya quieren el divorcio, ¿Por qué? Porque no llenaron su corazón. Cuando un matrimonio no tiene un propósito claro en Dios, solo se unirán para satisfacer sus deseos y necesidades. Muchos de estos casados viven como si están en la etapa de soltería, buscando pareja aun estando casados porque nunca aprovecharon su etapa cuando Dios le dio la oportunidad y como producto de esto su pareja pasa de ser esposa a ser un objeto material. Si en cada etapa de nuestra vida no asumimos sus respectivas responsabilidades, viviremos como una persona que nunca le enseñaron principios, ni valores, ni orden, ni control, ni educación, un total caos. El caos esta en todo lugar donde no hay orden, y Dios vino a traer orden a este mundo a través del señor Jesucristo, automáticamente rechazamos el orden ahí entramos al caos.
El joven de hoy quiere correr sin primero aprender a caminar.
El joven y adolescente de hoy en vez de estudiar y prepararse, quieren destruir su vida entrando a los vicios. Ellos ven la madures como salir en carros, salir con las mejores chicas, tener el mejor celular, tener dinero a toda costa incluso sin trabajar, por eso el 40% de las personas que delinquen vienen de la juventud de hoy, ellos ven la madures como estar todos los fines de semana en una discoteca o lugar de bebida sin saber que hay una etapa de su vida que está siendo abusada y suplantada. Cuando intentamos vivir la vida como adultos siendo joven es como abusar de una niña de 10 años que nunca estuvo preparada para tener relaciones sexuales. Como resultado de todo esto muchos abren los ojos muy tarde y se dan cuenta que el tiempo más preciado de su vida lo desperdiciaron y se lo entregaron a satanás, muchos querrán devolver el tiempo pero nunca podrán recuperarlo Eclesiastés 12:1. Este desorden de etapas viene impregnado en el sistema de este mundo, por eso cada joven que nace se aferra a las corrientes de este mundo y no a Dios por la falta de identidad Efesios 2:2-3, ellos no saben quiénes son y por lo tanto son arrastrados por cualquier corriente de este mundo. Ellos actúan como todos actúan porque no tienen identidad, y la falta de identidad te extravía de la verdad y de lo que realmente debemos de hacer.
Volamos etapas de nuestra vida cuando decidimos vivir totalmente contrario al patrón establecido por Dios en su palabra.
Las primeras etapas de nuestra vida nos preparan para las etapas futuras, y cuando volamos estas etapas entonces las etapas futuras vienen a ser un caos. Yo comparo las etapas de la vida con los procesos de Dios. Muchos saltan los procesos de Dios por falta de sometimiento a su palabra, por esos su vida va de caos en caos, y como último recurso solo les queda vivir del engaño y la mentira para conseguir lo que quieren. Muchas personas no tienen un buen matrimonio porque nunca se prepararon en las etapas anteriores, muchos de ellos no estudiaron por malgastar su juventud queriendo vivir como adultos, otros nunca conocieron el amor de Dios por lo tanto un divorcio lo ven como algo normal cuando su pareja no llena sus expectativas, otros le huyeron a la responsabilidades de un hogar porque se acostumbraron a que se lo hagan todo y cuando llegan al matrimonio creen que su esposa es una trabajadora social, entre muchas cosas más.
He visto la vida de muchos adultos que antes de llegar a los 50 años están destruidos como si tuvieran 90 años, están sentados en sus casas con un cigarro o una botella de alcohol en las manos esperando la muerte porque nunca aprovecharon las etapas de su vida cuando Dios le dio la oportunidad, aprovechar la vida no es entregársela a satanás, aprovechar la vida es dedicar cada segundo a nuestro señor Jesucristo. Los jóvenes de hoy no saben que todo esto es parte de un engaño de satanás para en un futuro destruir sus vidas, porque el destruye nuestra vida es por etapas, a temprana edad lo introduce a los vicios para que dependan de ellos toda su vida, para que en un futuro los ataque un cáncer o un problema en los riñones y pulmones de lo cuales tendrán que lidiar toda su vida. Me da mucha pena cuando a muchos les hablo de dejar el alcohol por los problemas renales que ocasionan o dejar la nicotina por los problemas pulmonares que causan y terminan diciéndome que ellos no son cristianos para dejar el alcohol y el cigarro, porque también perdieron sus valores y usan la religión como excusa para seguir en su desenfreno.
Un persona un día me dijo, yo quiero cambiar mi vida como tú lo hiciste, y yo le dije que yo no cambie, Cristo me cambio, porque dure mucho tiempo intentando cambiar en mis fuerzas y nunca pude dejar el pecado. En la actualidad ya los jóvenes de 12 años ya quieren tener pareja cuando deberían de estar estudiando y superándose, muchos a esa edad ya están en el alcohol, las drogas, en juegos de azar, entre otras cosas porque mientras más pasan los tiempos más permisivo esta este mundo. Una pareja para un joven a temprana edad es un riesgo a un embarazo no deseado, pero ya las personas no ven el riesgo, solo ven el placer, y esa ceguera solo la da el pecado. La palabra de Dios es la alerta roja que nos advierte antes muchas consecuencias desastrosas, muchos ven esa luz roja y prefieren ignorarla porque aman su vida más que a Dios, y cuando alguien ama su vida más que a Dios tiende a destruirse a si mismo.
Nunca tendremos orden en cada etapa de nuestras vidas sino tenemos a Dios en primer lugar.
El sistema de este mundo está promoviendo el desorden a cada persona que vive en este mundo (véase: El Sistema Mundano). Te dan una buena educación, muy pocos te enseñan valores morales y éticos, y la mayoría ven la palabra de Dios como una amenaza por su estado de rebelión contra Dios, y como consecuencia de eso muchos profesionales de hoy usan su especialidad para engañar, manipular y delinquir. Este mundo nos ha hecho vivir como animales irracionales que no tienen control, capaz de cualquier cosa para lograr lo que quieren, para llenar su vacío y satisfacer sus deseos. Todos tenemos deseos pecaminosos en nosotros porque venimos de una naturaleza de pecado, pero si los deseos nos controlan y manejan nuestra conducta pues no hacemos diferencias con los animales. ¿Quieres tener orden en cada etapa de tu vida y vivirla a plenitud? 1) Pon a Dios en primer lugar, 2) No ignores las diferentes responsabilidades que te demandan en cada etapa, 3) Esfuérzate por hacer y mantener la diferencia porque el que esta correcto es aquel que vive por la palabra de Dios. 4) Goza, ríe, disfruta, juega deportes, estudia, supérate. El mundo te ha hecho entender que la felicidad está en el alcohol, en las drogas, en las parejas, y es un engaño de satanás, es una total esclavitud porque cuando tienes estas cosas sientes deseos de ir por más porque eres infeliz con lo que tienes, el vacío aun seguirá robándote la felicidad. Tu corazón necesita a Jesús no una botella de alcohol.
Oración: Amado Dios te alabo porque solo tú eres digno de ser exaltado, gracias por la verdad de tu palabra, lo único que te pido es que me ayudes a ser sabio para poder manejarme ante un mundo que ejerce tanta influencia, imparte tu integridad sobre mi vida para que la presión de grupo no me afecte, tu eres mi modelo a seguir, y quiero ser más como tú, ayúdame señor porque en mis fuerzas es imposible, en el nombre de Jesús, amen.