El saber que Dios está de nuestro lado, es lo que nos motiva a no desesperarnos, sin embargo esto no significa que siempre tenemos esa promesa en nuestras mentes.
Dios nos ha dado promesas, y las cumplirá a su tiempo en nuestras vidas. Estamos dispuestos a que él la cumpla o solo querer en nuestro corazón cuando nos contradecimos con nuestras acciones.
José fue un joven que Dios le dio una promesa igual que a ti y que a mí, pero vemos en este joven un sometimiento grandioso, José no intento retroceder o estancar su historia, el seguía las riendas de las circunstancias que le sucedían sin dejar de confiar en Dios.
Él sabía quién era, ya Dios le había revelado en sueño lo que él iba hacer, posiblemente a ti Dios no te lo ha dicho en sueño pero ahí está su Palabra, la Biblia, con grandes bendiciones para ti; indaga y veras grandes cosas. También tienes personas a tu lado que en algún momento te han dicho los planes que tiene Dios para tu vida.
Y lo contó a su padre y a sus hermanos; y su padre le reprendió, y le dijo: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Acaso vendremos yo y tu madre y tus hermanos a postrarnos en tierra ante ti? Génesis 37:1
José no fue altanero ni se desesperó ante la promesa de Dios, en su vida hubieron momentos cruciales hubo conspiración de su propia familia, tu no estas exonerado de pasar por esto también, dentro de tu familia tanto los hermanos en la fe, como de sangre pueden en algún momento actuar como los hermanos de José. No te desanimes Dios te guardará así como guardó a José.
Así como José y muchos hombres de Dios empecemos a depender de Dios y no actuar como que nuestras promesas vendrán a nuestro ritmo, sino saber que es un proceso que Dios nos permite pasar, para nuestro crecimiento.
No te adelantes a los hechos Espera en el Señor. Él tiene todo el control.
