Al transcurrir de los tiempos las cosas se va degastando, se deterioran, se dañan; algunas de ellas las restauramos o le damos una segunda mano. Pintura, cambiamos los tornillos o las piezas que muestran defectos. En fin nos gusta restaurar. Ahora bien, es discordante que restauramos cosas materiales que poseemos. ¿Por qué no detenernos y mirar si hay algo que debe ser restaurado en nuestra FAMILIA? La familia está en crisis, en una crisis aguda; hoy más que nunca se hace necesario una restauración de la misma que “Nos volvamos al modelo de familia divino”
Para que haya una verdadera restauración familiar tenemos que volver a restaurar los valores sobre los cuales fue establecida LA FAMILIA.
Valores a restaurar:
La Imagen de Dios. (Génesis 1:26, 27)
Esta imagen define la singular relación del hombre con Dios. Por ende es un ser viviente capaz de comunicarse, razonar, expresar emociones y elegir. El ser humano está diseñado para inclinarse por el bien.
Esta característica nos hace tratar con respeto a la otra persona, en caso particular respetar a la/el esposa(o) e hijos.
Diferencia Individual (Varón y Mujer, Génesis 1:27)
Esta dos personas comparten algo por igual la Imagen de Dios y juntas debían ejercer el dominio de las cosas creadas.
Por designio Divino son físicamente distintas a fin de cumplir el mandamiento de Dios, de Multiplicarse. Es anti natural las parejas del mismo sexo. Es imposible cumplir con el mandamiento de reproducirse sin el otro.
La Visión Del Conyugue: “Ayuda Idónea”
El hombre estaba Solo… (Génesis 2:18) La declaración del versículo es: no es bueno que el hombre este solo”. Dios no lo vio bueno ni para Adán.
Ayuda Idónea: “Adecuada a él”. La mujer es el complemento del hombre y el hombre el de la mujer. El uno o la otra solo, está incompleto.
El plan original es la necesidad mutua para encontrar mutua plenitud.
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