JovenReflexiones

Debilidades aceptadas socialmente

Los llamados “expertos” del pensamiento positivo nos aseguran que podemos vencer cualquier debilidad; entonces habrá que creerles, ¿no? ¡Pues no tienes más que mirar a tu alrededor! Las evidencias indican todo lo contrario. Sin embargo, lo que sí constatamos son personas que con la ayuda de Dios han cambiado sus vidas a base de aplicar principios bíblicos inmutables. Intentar “curar” tus debilidades no es más que una pérdida de energía y de tiempo, valiosos recursos que podrían ser usados para perseguir metas más nobles.

…Mi amor es todo lo que necesitas; pues mi poder se muestra plenamente en la debilidad… 2 Corintios 12:9 DHH

Pongamos un ejemplo; cuando un drogadicto consigue apartarse de la droga, no significa que ya no sea vulnerable en esa área. Lo que ocurre es que la persona ha llenado ese vacío con algo mejor. Escribe Pablo: “No os ha sobrevenido ninguna prueba que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser probados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la prueba la salida, para que podáis soportarla”  >> 1 Corintios 10:13.

¿Pero qué hay de esas debilidades aceptadas socialmente, que vienen disfrazadas de virtudes? Cosas como el perfeccionismo, el materialismo, el juzgar a los demás o el buscar siempre un mejor estatus social. Muchos de los que se avergonzarían de admitir que son alcohólicos, se sienten orgullosos de ser adictos al trabajo. Impulsados por el temor y obsesionados con el tiempo, su meta es hacer, en lugar de ser. Hasta el día en que su obsesión por tener más y ser más les conduce a un paro cardíaco, y entonces le reclaman a Dios otra oportunidad. Hacer excesivo hincapié en las debilidades no consigue más que reforzarlas, pero si se aplican las soluciones bíblicas, veremos resultados. Y lo bueno es que no tienes que hacerlo solo. Dios está ahí para ayudarte.

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