Continuamos con la segunda parte de Necesitamos ir a la Iglesia | Parte I. Para que puedas entender mejor te exhortamos a que lo leas si aún no lo has hecho.
Satanás siempre siembra una semilla en el corazón que si no la arrancamos en el momento, ésta termina destruyendo la vida de Dios en nuestro corazón. El cáncer de satanás empieza el día que decidimos aceptar su sugerencia, una sugerencia que viene en forma de pensamiento y siempre va en contra de los principios de la palabra. Cuando al fin queremos abrir los ojos, el cáncer va tan avanzado que ya no sentimos amor por Dios ni por la gente. Esta semilla se va alimentando de malos pensamientos, de chismes, de críticas continuas, nos llevan a tal punto, que ya no vamos a la iglesia a buscar a Dios sino a criticar y a ver los errores de los demás Filipenses 4:8.
1) Falta de conocimiento de quien verdaderamente es Dios: Muchas personas se apartaron de la iglesia porque nunca aprendieron a depender de Dios. Ellas solo tenían comunión con Dios cuando iban a la iglesia, en sus casas no llevaban una vida de oración y búsqueda continua, porque no veían al hombre de Dios como un guía, sino como un dios. Al depender solo del hombre entran en un estado de idolatría y con el pasar del tiempo se van secando espiritualmente. Al pasar del tiempo terminan yendo a la iglesia por rutina, y el día que el hombre de Dios no llenó sus expectativas, ese día terminan apartándose de Dios.
2) Una ofensa no resuelta: La falta de madures espiritual es una de las razones por las cuales nos ofendemos fácilmente. Muchas personas se apartaron de la iglesia porque se ofendieron con el pastor o con algún líder en su iglesia, quizás un día lo corrigieron, no lo saludaron, no le guardaron un asiento, etc., y por orgullo se ofendieron abriendo una puerta a una semilla de satanás para apartarlo de la iglesia. Una ofensa no resuelta es una de las trampas más comunes que satanás utiliza para apartar a una persona de los caminos del señor. Estas personas son inmaduros para ofenderse e inmaduros para no perdonar ni pedir perdón. Yo soy de las personas que creo, que Dios no tiene que pagar por los errores de los hombres.
Consecuencias de una persona que no se congrega
1) Se secan espiritualmente.
2) Tienden a vivir del error.
3) Viven su vida en un estaque (estancadas).
4) Le son más fácil caer en pecado.
5) Se vuelven orgullosos y arrogantes.
6) Nunca cambian su manera de pensar.
7) Nunca cambian su mal carácter.
8) Se vuelven murmuradores y criticones.
9) Con el tiempo se van volviendo armas para satanás.
10) Nunca alcanzan el propósito de Dios para su vida.
11) No son parte de los planes de Dios para su iglesia.
12) Pierden la esencia evangelística de predicar a los perdidos.
13) Se arriesgan a un alto porcentaje de perder su salvación.
Con todo este tema concluyo diciendo: No hay mayor error que una persona que decide apartarse del campamento militar (iglesia). Satanás hará hasta lo imposible de separarte de tus compañeros de guerra, porque un soldado solo; es presa fácil en contra de todo un ejército enemigo. Cuando un soldado no está cerca de su ejército, una vez lo hieren no hay nadie que pueda levantarlo. Por eso cuando una persona se aparta de la iglesia y es herida por el enemigo, no hay un soldado cerca que lo levante, y terminan muriendo en el campamento. Satanás ha trabajado por años para dividir la iglesia de Jesucristo pero nunca ha podido, porque yo soy de los que creo que la iglesia de Jesucristo es una sola y nadie puede dividirla, si alguien un día se apartó de la iglesia entonces esta persona no formaba parte de la iglesia de Cristo Juan 6:65-67.
El cáncer espiritual representa todo aquello que está enfriando tu amor por Dios.
Satanás ha usado ofensas, chismes, críticas, difamaciones, persecuciones, entre muchas cosas más, solo con el propósito de apartar a una persona de los caminos del Señor porque satanás antes de apartar a una persona de la iglesia primero la aparta de Dios aun asistiendo religiosamente a los servicios los domingos. Como explicaba más arriba satanás trabaja a las personas por ciclos, él siembra una semilla en el corazón como pensamiento, y cuando aceptamos su sugerencia, ahí empieza el cáncer a dañar nuestro corazón. Seguimos yendo a la iglesia pero sin el mismo amor por Dios que ayer, y con el pasar del tiempo perdemos nuestra relación con Dios, y finalmente apartándonos de él, y aún no termina todo. Muchos siguen yendo a la iglesia a propagar el cáncer porque ya no le sirven a Dios, sino a satanás, y cuando se van de la iglesia nunca se van solo sino que arrastra a muchos inmaduros con él, como satanás cuando fue lanzado del cielo que arrastró a muchos ángeles con él. Cuando una persona se aparta físicamente de la iglesia, primero se apartó espiritualmente de Dios.
Qué clase de amor le tenemos a Dios cuando un mal comportamiento de un hombre nos hace alejarnos de los caminos del señor, que tiene que ver Dios con que muchos hombres hoy en día estén jugando con la verdad, ¿Amamos a Dios, o solo estamos enfocados en los errores de los hombres? Debemos ser más sabios que teóricos y saber cómo opera nuestro enemigo. Cuando empiezas a perder tu amor por Dios debes saber que un cáncer espiritual está dañando tu corazón. Puede ser una ofensa, un resentimiento, un mal entendido, una discusión, envidia, celos, ira, difamación, puede ser cualquier cáncer de estos antes mencionados, y aunque creas tener la razón, debes destruirlo antes que ese cáncer te destruya a ti porque atentara a tu relación con Dios. Si te ofenden, perdona, si hubo un mal entendido, habla, si hablaron mal de ti, gózate, si un líder comete un error, entiende que ellos también se equivocan, pero nunca, nunca, nunca te apartes del campamento militar (iglesia).
No hay contradicción más grande que amar a Dios y no anhelar estar donde a él le gusta estar (su casa).
Oración: Padre te doy gracias por la oportunidad que me das de escuchar tu verdad, bendito sea tu nombre por los siglos de los siglos. Te pido en esta hora que sanes todo cáncer de mi corazón, si por mucho tiempo he vivido un evangelio independiente, lejos de tu casa, o aun en ella pero sin relación contigo, ayúdame a volver. Quiero volver como el hijo prodigo, arrepentido por vivir lejos de tus caminos, por eso te pido que prepares unos brazos que puedan recibirme con amor, sé que tú ya me estabas esperando, así que pon en mí el deseo de perdonar y sanar toda herida de mi corazón, y cualquier causa que me llevo a dejarte, hoy decido renunciar a eso para seguirte nuevamente, te amo mucho mi señor, te lo pido en el nombre poderoso de Jesús.
