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Sanando las heridas

Se podría decir que todos hemos sido heridos en alguna área de nuestra vida. Las heridas deben ser sanadas porque de lo contrario estas heridas se convertirán en una pesadilla. Olvidar una herida y sanar una herida son dos cosas distintas, el tiempo no tiene el poder para sanar una herida pero sí olvidarla temporalmente, por tanto cuando ese recuerdo nos llega a memoria pues este empieza a causarnos dolor porque no ha sido sanada. Muchas personas dicen: olvida eso, sin darse cuenta que para solucionar los problemas de la vida es necesario enfrentarlos tomando las mejores decisiones.

[pull_quote_center]…hay muchos en la actualidad que no le quitan la vida físicamente a sus hermanos pero trabajan día a día para satanás queriendo dañar el testimonio de otros.[/pull_quote_center]

Las heridas que surgen como resultado de una ofensa, alguien nos ofende pero no hay intención de pedir perdón y ahí llega la herida y por ende las enemistades. Como resultado de una herida hay muchas personas que empiezan a hablar cosas inciertas de esa persona que le hirió y pasan su vida entera criticando la vida de esa persona y sumando a otras personas a cargar con ese odio. Ponemos el ejemplo de Caín y Abel, cuando Caín se enojó porque Dios miró la ofrenda de Abel con más agrado que la de él y como resultado de esto, le quitó la vida a su hermano. Por eso la envidia también es un resultado de una herida, hay muchos en la actualidad que no le quitan la vida físicamente a sus hermanos pero trabajan día a día para satanás queriendo dañar el testimonio de otros.

[pull_quote_center]Cristo sufrió tus padecimientos, los clavó en la cruz y te impartió salud divina, física y emocional.[/pull_quote_center]

Cuando estudiamos la Biblia nos damos cuenta que el remedio por excelencia que usó Jesucristo para sanar las heridas se llama El AMOR. Para que haya sanidad en nuestro corazón primero debe de haber arrepentimiento (cambio total de mentalidad), luego un derramamiento del amor de Dios por su Espíritu Romanos 5:5, y después lo de perdonar vendrá por naturaleza como resultado de tu haber sido transformado por ese amor incondicional, eterno y sobrenatural. Donde no hay una intervención de ese amor incondicional tampoco habrá una intervención de esa sanidad divina, muchos quieren atribuir su sanidad al olvido por lo tanto pasan su vida entera chocando con la misma piedra.

Si leemos el versículo de referencia nos damos cuenta de algo muy importante: Jesús dijo: El espíritu del señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: Esto es una clara declaración de que tener el Espíritu Santo es la evidencia de que hemos sido ungidos para la obra que hemos sido llamados. Aparte de dar las buenas nuevas (evangelio) a los pobres; él dijo: me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón (sanidad emocional); A pregonar libertad a los cautivos (liberación); Vista a los ciegos (Sanidad física); Libertad a los oprimidos (sanidad espiritual). No podemos olvidar que no solo fuimos llamados a predicar un evangelio vacío, sin beneficios, sino también para llevar a las personas a una total y completa Sanidad Física y emocional a través de la obra redentora de Jesús en la Cruz del Calvario.

[pull_quote_center]La obra redentora de Jesús en la cruz es el medio por excelencia para sanar tus heridas.[/pull_quote_center]

Muchos han oído hablar de lo que Jesús hizo en la cruz pero poco lo han vivido, porque no es lo mismo oír hablar de algo que vivir ese algo Job 42:5. Cristo pagó el precio de nuestra libertad para que no sigamos siendo esclavos de una herida emocional. La sanidad divina empieza donde empieza el amor de Dios y este amor trae perdón, y este perdón reconciliación. Es difícil ser sanados cuando no conocemos el amor y todo lo que pensamos en nuestros corazones es dejar las cosas como están porque la actitud de orgullo nos impide doblegarnos. Los problemas sin resolver de nuestra vida pasada trae heridas a nuestra vida presente, por eso toda situación que pasemos en nuestras vidas debemos enfrentarlas, sea buena o sea mala. Debemos dejar que Cristo entre en nuestro corazón y que sea él quien nos llene de su amor, él sanará nuestro corazón siempre y cuando estemos dispuestos a obedecer su Palabra, solo pídele su inmenso amor y eso traerá sanidad completa y permanente.

Todos sabemos que arrastramos maldiciones de nuestra vida pasada que aquí en Cristo Jesús son destruidas, pero Cristo no va a transformar nuestro corazón si nosotros nos resistimos a recibir ese amor para perdonar. Nadie me puede decir que cuando recibimos a Cristo la memoria se borra y empezamos a traer nuevas imágenes a nuestra mente, nada de lo que pasó en nuestra vida desde que llegamos a tener conciencia se ha borrado, todo sigue ahí archivado en nosotros, por eso nuestra mente necesita ser renovada día en día por la Palabra de Dios Romanos 12:2. A Dios sea la gloria.

[pull_quote_center]Permanecer sano de heridas emocionales es la evidencia visible de que vives la obra redentora de la Cruz.[/pull_quote_center]

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