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Las “Cs” en la vida del cristiano | Recréate en su Presencia

Continuamos con la serie Recréate en su Presencia (recomendamos leer como parte de esta serie Disfruta de su Compañía), en esta ocasión hablaremos de las “Cs” en la vida del cristiano, partiendo del texto bíblico: Hebreos 10:15-25

Los cristianos no tenemos excusas ni impedimentos para entrar al lugar Santísimo; es decir, a la presencia de Dios, ya que por la sangre de Jesús somos libres para acceder. Por consiguiente no hay argumentos o razones que justifique cualquier negligencia. El escritor de este libro nos ofrece varias razones: Jesús nos abrió el camino nuevo en su carne y tenemos un gran sumo sacerdote sobre la casa; fíjese bien que no dice un sacerdote en la casa sino sobre la casa de Dios, esto habla de superioridad, de autoridad sobre otros.

En este sentido hay garantía de que tenemos una atención personalizada y directa con el padre; de ahí encontramos las “Cs” en la vida del cristiano.

1) Confianza (ver 22a), esta confianza se basa en lo que Dios; ya hizo por nosotros; a través de Jesús. (Leer Hebreos 7:25; 7:19; 4:15-16 y 2:16-18)

2) Confesión (ver 22a) “corazones sinceros”, esta expresión alude a ser genuino y verdadero, sin motivaciones ocultas. Leer Salmo 32:3-7 y 1 Juan 1:9.

3) Comunión / Compañerismo (ver 23a) es el vínculo o relación íntima y solida que nos une a alguien y que disfrutamos de su compañía. (Sal 25:14 y 2 Cor 6:14-18). Tu comunión con Cristo no armoniza con el pecado ni con los ídolos e inmoralidades.

4) Constancia/ Perseverancia (ver 23a) es la actitud de resistir hasta el fin y vencer los obstáculos de la vida. (Rom 5:3-5; Mateo 24:13)

5) Convicción (ver 22 b) “en plena certidumbre de fe”. La convicción es una absoluta confianza en las promesas de Dios; esta confianza trae seguridad al creyente. (Leer Daniel 3:10-30). Estos jóvenes mostraron respeto al rey y no entraron en discusión vanas (ver 15); se limitaron a defender su fe y reconocieron la soberanía de Dios; declararon que sus vidas estaban en manos de Dios y no en la de Nabucodonosor.

Su fe honró a Dios y Dios honró su fidelidad e impacto la vida del rey y a los demás.

6) Consagración es vivir una vida acorde a los parámetros de Dios en nuestras actitudes y conductas. Leer Salmo 24:3-4; 1pedro 1:13-18.

Conclusión: Por tanto, los cristianos debemos vivir la vida con un temor reverente hacia Dios.

Serie Recréate en su Presencia:

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